lunes, 13 de febrero de 2012

Para mi Malimalita...

Gracias por estar conmigo, recordarme quién soy, pero sobre todo... por ser lo que eres.



Mujer de ilusiones y esperanzas,

A tus ojos levanto un rezo infinito.

Lugar de reposo es tu piel, tu mirada,

En tu vientre crecen añoranzas.

No tengo mayor paz que tus palabras

Inocentes de todo, menos de culpa.



Junto a tus manos encontrarás mi corazón,

Inquieto por el tiempo y la distancia.

¿Nuestros anhelos buscarán un mismo punto?

Abrázame desde lejos y quítame las dudas.

Tu ausencia es lo que desgasta mis días,

Habrá que eliminarla con un beso en el tiempo.



Bienaventurados los que te tienen cerca,

Rozando el aire que respiras.

Estoy en un anhelo perenne con tu nombre,

Tus brazos no están para salvarme.

Olvidar tu luz y tu calor no es opción,

No hay otra cura para mi mal que no seas tú.



Llámame a voces apagadas y constantes,

Intenta dejar abierta la puerta para que entre,

No te acabes, no desaparezcas, no dejes de ser tú,

Así mi corazón estará contento,

Recibiendo un poco de tu ser lejano,

Entonces tomaré mi piel y mis cuentos

Sabiendo tendrán tatuado tu nombre.