Aún soy de ella aunque sus labios
Hayan besado otra boca y pronuncien,
Tarde que temprano, otro nombre.
Hoy mi inspiración rompe el silencio
A causa justa de su mirada ajena.
Amé sus ojos sin necesidad
De verlos llenos de tristeza;
Posé mi mirada en sus ojos
Y la suya me arrancó el alma.
Tuve que compartir su sonrisa
Y no sé qué más placeres.
Pero en mi mente quedó su voz
Grabada junto a la mía,
Volviendo siempre a repetir “te amo”.
Le regalo mi amor entero,
Para que lo lleve hasta donde quiera.
Su risa enredaba mis anhelos,
Su cabello hacía flotar mis sueños,
Y creí sus deseos como los míos.
Mas no enjaularé su
libertad
En una caja de lindo cristal;
Y me reservo los besos
Para cada vez que me sorprenda
La vida recordando su nombre.