miércoles, 12 de septiembre de 2012


Aún soy de ella aunque sus labios

Hayan besado otra boca y pronuncien,

Tarde que temprano, otro nombre.

Hoy mi inspiración rompe el silencio

A causa justa de su mirada ajena.

Amé sus ojos sin necesidad

De verlos llenos de tristeza;

Posé mi mirada en sus ojos

Y la suya me arrancó el alma.

Tuve que compartir su sonrisa

Y no sé qué más placeres.

Pero en mi mente quedó su voz

Grabada junto a la mía,

Volviendo siempre a repetir “te amo”.

Le regalo mi amor entero,

Para que lo lleve hasta donde quiera.

Su risa enredaba mis anhelos,

Su cabello hacía flotar mis sueños,

Y creí sus deseos como los míos.

Mas  no enjaularé su libertad

En una caja de lindo cristal;

Y me reservo los besos

Para cada vez que me sorprenda

La vida recordando su nombre.

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