Religión recién revivida,
Creencia antiquísima,
Una fe milenaria que regresa.
Se dice que el universo
Te da todo cuanto pides;
No hay anhelos que las estrellas,
El sol brillante y todo el cosmos,
No concedan a quienes
Desean ardientemente.
Y yo incrédulo, banal,
Agnóstico, trivial, desconfiado…
Me negaba a pensarlo cierto,
Pero descubrí tus ojos.
Mi alma se impregnó de nuevo
De la certeza de un Dios.
Y la fe me volvió al cuerpo
Cuando vi tus labios,
De materia de pasión y sueño.
Cada parte de mi ser
Tiene ánima propia
Que no creía tener.
Estas manos mías apasionadas
Por prenderse a tu desnudez,
Por tocar tu cadera
Que mis ojos ya acarician;
Tus muslos, tus senos, tu boca…
Son febriles tentaciones a mis labios,
Que quieren tener más que tu nombre
Entre sus suspiros y desvelos.
Mis ojos sólo quieren alimentarse
De la maravilla de tu piel desnuda;
Y morir por el embrujo
De tus ojos de azúcar derretida.
Quiero tu humedad y tu sed,
Tu carne y tu hambre.
Todo yo quiero ser parte
Y fundirme en tu ser.
Quiero quemarme en el fuego,
Ardiente y eterno,
De tu entrepierna.
Quiero tus olores, tus sabores,
Quiero ser todo tuyo;
Quiero ser parte de tu piel y tu miel,
De tu anatomía y tu vida,
De toda tu esencia…
Espera… ya lo soy…
Aunque tú no te des cuenta.
WOOOOWWWW CADA DIA ME SORPRENDES MAS ERES FANTASTICO!!!!!!!!!!!!!!!!
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